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Espero que tengas tanta suerte como yo. El mundo necesita inventores, grandes inventores. Tú puedes ser uno. Si amas lo que haces y estás dispuesto a hacer lo que haga falta, está a tu alcance. Y merecerá la pena cada minuto que pases solo por la noche, pensando y pensando qué es lo que quieres diseñar o construir. Merecerá la pena, te lo prometo.