Encuentro a tantas personas luchando, a menudo trabajando más, simplemente porque se aferran a viejas ideas. Quieren que las cosas sean como antes; se resisten al cambio. Conozco a gente que está perdiendo su trabajo o su casa, y culpan a la tecnología, a la economía o a su jefe. Por desgracia, no se dan cuenta de que el problema pueden ser ellos mismos. Las viejas ideas son su mayor lastre. Es un lastre simplemente porque no se dan cuenta de que, aunque esa idea o forma de hacer algo era una ventaja ayer, ayer ya no existe.