Un número cada vez mayor de personas que llevan vidas mentales de gran intensidad, personas sensibles por naturaleza, notan la aparición cada vez más frecuente en ellas de estados mentales de gran extrañeza... un sentimiento de éxtasis sin palabras e irracional; o un soplo de dolor psíquico; una sensación de que te hablan desde lejos, desde el cielo o el mar; un sentido del oído agonizantemente desarrollado que puede hacer que uno se estremezca ante el murmullo de átomos invisibles; una mirada irracional al corazón de algún reino cerrado que se revela repentina y brevemente.