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El plan de Dios no es abandonar este mundo, el mundo que dijo que era "muy bueno". Al contrario, pretende rehacerlo. Y cuando lo haga, resucitará a todo su pueblo a una nueva vida corporal para vivir en él. Esa es la promesa del Evangelio cristiano.
El plan de Dios no es abandonar este mundo, el mundo que dijo que era "muy bueno". Al contrario, pretende rehacerlo. Y cuando lo haga, resucitará a todo su pueblo a una nueva vida corporal para vivir en él. Esa es la promesa del Evangelio cristiano.