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Amamanté a un inútil, bebedor de pintas durante doce años y cuando mi perezoso, chupador de vida, papá finalmente murió, juré a Dios con lágrimas en los ojos que nunca me casaría con uno. Y entonces lo hice.
Amamanté a un inútil, bebedor de pintas durante doce años y cuando mi perezoso, chupador de vida, papá finalmente murió, juré a Dios con lágrimas en los ojos que nunca me casaría con uno. Y entonces lo hice.