-
La naturaleza no te pide permiso, no le importan tus deseos ni si te gustan o no sus leyes. Estás obligado a aceptarla tal como es y, en consecuencia, también todos sus resultados.
La naturaleza no te pide permiso, no le importan tus deseos ni si te gustan o no sus leyes. Estás obligado a aceptarla tal como es y, en consecuencia, también todos sus resultados.