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Romeo: Ánimo, hombre; el daño no puede ser mucho. Mercucio: No, no es tan profundo como un pozo, ni tan ancho como la puerta de una iglesia; pero basta, servirá. Preguntad por mí mañana y me encontraréis grave.
Romeo: Ánimo, hombre; el daño no puede ser mucho. Mercucio: No, no es tan profundo como un pozo, ni tan ancho como la puerta de una iglesia; pero basta, servirá. Preguntad por mí mañana y me encontraréis grave.