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El problema es que una vez que lo ves, no puedes dejar de verlo. Y una vez que lo has visto, callar, no decir nada, se convierte en un acto tan político como denunciar. No hay inocencia. En cualquier caso, hay que rendir cuentas.
El problema es que una vez que lo ves, no puedes dejar de verlo. Y una vez que lo has visto, callar, no decir nada, se convierte en un acto tan político como denunciar. No hay inocencia. En cualquier caso, hay que rendir cuentas.