-
Raphael me dio la vuelta y me miró, su cara cerca de la mía. "Tú y yo nunca terminaremos. Eres mi compañera". Me besó la comisura de los labios. Casi lloro. "Dejé de dormir desde que te fuiste", dijo, "duermo un par de horas, despierto y no estás". Cerré los ojos. "Necesito una respuesta, Andrea", dijo. "¿Una respuesta?" "Mate. Sí o no". "¿Necesitas preguntar?" Susurré. "Eres mi compañera.