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  • Permanece en el asombro si quieres que los misterios se abran para ti. Los misterios nunca se abren para los que siguen preguntando. Los preguntones tarde o temprano acaban en una biblioteca. Los que preguntan tarde o temprano acaban en las escrituras, porque las escrituras están llenas de respuestas. Y las respuestas son peligrosas, matan tu asombro.