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y empezó a comprender el juego salvaje que jugamos en la vida; empezó a comprender que una cosa una vez hecha no puede deshacerse ni cambiarse diciendo "¡lo siento!
y empezó a comprender el juego salvaje que jugamos en la vida; empezó a comprender que una cosa una vez hecha no puede deshacerse ni cambiarse diciendo "¡lo siento!