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¿Sabes lo que he aprendido? Que si el éxtasis es la capacidad de estar fuera de uno mismo, la danza es una forma de elevarse en el espacio, de descubrir nuevas dimensiones sin dejar de estar en contacto con el cuerpo. Cuando bailas, el mundo espiritual y el mundo real coexisten felizmente. Creo que los bailarines de ballet clásico bailan en puntas porque al mismo tiempo tocan la tierra y se elevan hacia el cielo.