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Me suelen gustar los personajes femeninos fuertes. Me interesan desde el punto de vista dramático. Un personaje masculino fuerte no es interesante porque ya se ha hecho y es un cliché. Un personaje masculino débil es interesante: alguien no lo ha hecho cien veces. Un personaje femenino fuerte sigue siendo interesante para mí porque no se ha hecho tanto, encontrar el equilibrio entre feminidad y fuerza. [De una entrevista en Fangoria en 1986]