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... todo le parecía de un tono gris uniforme, ¡incluso la gente! Había sido incapaz de creer que pudiera llover tanto en un mismo lugar, y tan incesantemente. La humedad parecía subir desde el suelo hasta sus huesos, de modo que pensó que acabaría brotando moho, a la manera de un árbol. "Uno se acostumbra", dijo, "aunque a veces te sientas como si te pudieran escurrir como un trapo". p 311