-
Si había una verdad que Evie había aprendido en su corta vida, era que el perdón era más fácil de buscar que el permiso. No pensaba pedir ninguno de los dos.
Si había una verdad que Evie había aprendido en su corta vida, era que el perdón era más fácil de buscar que el permiso. No pensaba pedir ninguno de los dos.