-
La democracia exige que las personas religiosamente motivadas traduzcan sus preocupaciones en valores universales y no específicos de su religión... exige que sus propuestas estén sujetas a argumentos y sean razonables. Ahora bien, yo puedo oponerme al aborto por motivos religiosos, por poner un ejemplo, pero si pretendo aprobar una ley que prohíba esa práctica, no puedo simplemente señalar las enseñanzas de mi iglesia o evocar la voluntad de Dios. Tengo que explicar por qué el aborto viola algún principio accesible a personas de todas las creencias, incluidas las que no profesan ninguna.