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Espero que George no interiorice sus tácticas de miedo. Quiero discutir con ella, decirle que los "pecados de la carne" no son más que un mecanismo de control: si demonizas el placer de una persona, puedes controlar su vida. No puedo decir cuántas veces se ha esgrimido esta herramienta contra mí, en una variedad de formas. Pero no veo pecado en un beso. Sólo veo pecado en la condena.