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Querida, la vejez es como un avión volando en una tormenta. Una vez que estás en ella no hay nada que puedas hacer. No puedes parar un avión, no puedes parar una tormenta, no puedes parar el tiempo. Así que mejor tómatelo con calma, con sabiduría.
Querida, la vejez es como un avión volando en una tormenta. Una vez que estás en ella no hay nada que puedas hacer. No puedes parar un avión, no puedes parar una tormenta, no puedes parar el tiempo. Así que mejor tómatelo con calma, con sabiduría.