Autores:
  • Los corazones se ponen a buscar otros corazones en cuanto nacen, y entre ellos tejen redes tan espantosamente fuertes y tensas que acabas atado para siempre con nudos sin esperanza, incluso a la sombra de una bestia que conociste y amaste hace mucho tiempo.

    Catherynne M. Valente (2012). “The Girl Who Fell Beneath Fairyland and Led the Revels There”, p.85, Macmillan