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El pecado subyacente a todos nuestros pecados es confiar en la mentira de la serpiente de que no podemos confiar en el amor y la gracia de Cristo y debemos tomar las cosas en nuestras propias manos
El pecado subyacente a todos nuestros pecados es confiar en la mentira de la serpiente de que no podemos confiar en el amor y la gracia de Cristo y debemos tomar las cosas en nuestras propias manos