-
Entonces sostienes la vida como un rostro entre tus palmas, un rostro sencillo, sin sonrisa encantadora, sin ojos violetas, y dices, sí, te tomaré te amaré, otra vez.
Entonces sostienes la vida como un rostro entre tus palmas, un rostro sencillo, sin sonrisa encantadora, sin ojos violetas, y dices, sí, te tomaré te amaré, otra vez.