-
Si Dios pone a un niño delante de ti, y estás demasiado ocupado para ejercer una influencia positiva o negativa... ¡acabas de hacer lo segundo! Comunicaste que el niño no importa y no es importante.
Si Dios pone a un niño delante de ti, y estás demasiado ocupado para ejercer una influencia positiva o negativa... ¡acabas de hacer lo segundo! Comunicaste que el niño no importa y no es importante.