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Porque la principal mercancía que un escritor tiene que vender es su valor. Y si no lo tiene, es más que un cobarde. Es un vendido, un soplón y un hereje, porque escribir es una tarea sagrada.
Porque la principal mercancía que un escritor tiene que vender es su valor. Y si no lo tiene, es más que un cobarde. Es un vendido, un soplón y un hereje, porque escribir es una tarea sagrada.