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Algunas de las pecas que una vez me encantaron ahora están más cerca de las manchas del hígado. Pero siguen siendo los ojos lo que miramos, ¿no? Ahí es donde encontramos a la otra persona, y la seguimos encontrando.
Algunas de las pecas que una vez me encantaron ahora están más cerca de las manchas del hígado. Pero siguen siendo los ojos lo que miramos, ¿no? Ahí es donde encontramos a la otra persona, y la seguimos encontrando.