Haz las cosas que te interesan y hazlas de todo corazón. No te preocupes por si la gente te observa o te critica. Lo más probable es que no te estén prestando atención. Es tu atención a ti mismo lo que te embrutece. Pero tienes que prescindir de ti mismo todo lo posible. Si fracasas la primera vez, tendrás que esforzarte más la segunda. Al fin y al cabo, no hay ninguna razón por la que debas fracasar. Deja de pensar en ti mismo.