-
No conocer la verdadera identidad de uno mismo es ser una cosa loca, insensata: un golem. Y, de hecho, esta imagen, enfermizamente orwelliana, se aplica a la masa de seres humanos que viven actualmente en las democracias industriales de alta tecnología. Su autenticidad reside en su capacidad para obedecer y seguir los cambios de estilo masivos que se transmiten a través de los medios de comunicación. Inmersos en la comida basura, los medios de comunicación basura y la política criptofascista, están condenados a vidas tóxicas de baja conciencia. Sedados por la dosis diaria de televisión prescrita, son un muerto viviente, perdido para todo menos para el acto de consumir.