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Hermosa Hannah. Si fueras mía, te acostaría sobre sábanas de seda y te envolvería en cuerdas de perlas, y te alimentaría con miel de una cuchara de plata. Por supuesto, no serías capaz de hacer todos tus juicios altisonantes si fueras una mujer caída... pero no te importaría. Porque te daría placer, Hannah, cada noche, toda la noche, hasta que olvidaras tu propio nombre. Hasta que estuvieras dispuesta a hacer cosas que te escandalizarían a la luz del día. Te corrompería desde la cabeza hasta los dedos de tus inocentes pies..." "Oh, te desprecio.