Autores:
  • Durante siete días permaneció en cama mirando hoscamente al techo, como resentida por la muerte que había cultivado durante tantos años. Como algunas personas que no pueden vomitar a pesar de las horribles náuseas, permaneció allí incapaz de morir, resistiéndose a la muerte como se había resistido a la vida, congelada por el resentimiento ante el proceso y el cambio.

    William S. Burroughs Jack Kerouac (2009). "And the Hippos Were Boiled in Their Tanks", p.57, Grove/Atlantic, Inc.