-
Amar a alguien con fiereza, creer en algo con todo el corazón, celebrar un momento fugaz en el tiempo, comprometerse plenamente en una vida que no ofrece garantías... son riesgos que implican vulnerabilidad y, a menudo, dolor. Pero estoy aprendiendo que reconocer y aceptar la incomodidad de la vulnerabilidad nos enseña a vivir con alegría, gratitud y gracia.