Túmbate a mi lado. Déjame ver la división de tus poros. Déjame ver la red de cicatrices hechas por las garras de tu familia y tú sus muebles. Déjame ver las heridas que ellos negaron. El campo de batalla de la vida familiar que ha sido tu cuerpo. Déjame ver las magulladas líneas rojas que señalan su campamento. Déjame ver el lugar desolado donde se han ido. Acuéstate a mi lado y deja que el ver sea sanador. No hay necesidad de esconderse. No hay necesidad de oscuridad ni de luz. Déjame verte tal como eres.