Autores:
  • Habían pasado tres semanas, cuatro días y doce horas desde que la había visto. Desde que me había arrancado el corazón. Si hubiera estado bebiendo, culparía al alcohol. Tenía que ser una ilusión, una ilusión desesperada. Pero no había bebido. Ni una gota. No había forma de confundir a Blaire. Era ella. Ella estaba realmente aquí. Blaire estaba de vuelta en Rosemary. Estaba en mi casa.

    Abbi Glines (2014). “The Rosemary Beach Collection: Rush and Blaire: Fallen Too Far, Never Too Far, and Forever Too Far”, p.214, Simon and Schuster