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Parecía tan joven. Los dos eran tan jóvenes. Tessa sabía que no era habitual casarse a los diecisiete y dieciocho años, pero iban contra reloj. El reloj de la vida de Jem, antes de que se acabara.
Parecía tan joven. Los dos eran tan jóvenes. Tessa sabía que no era habitual casarse a los diecisiete y dieciocho años, pero iban contra reloj. El reloj de la vida de Jem, antes de que se acabara.