¿Por qué preferiría una persona las acusaciones de culpabilidad, indignidad, ineptitud -incluso deshonra y traición- a la posibilidad real? Puede que no parezca la elección, pero lo es: por un lado, la renuncia total a uno mismo, la entrega a los "otros", la negación de cualquier dignidad o libertad personal; por otro lado, la libertad y la independencia, el alejamiento de los otros, la liberación de uno mismo de los lazos vinculantes de los deberes familiares y sociales. Esta es la elección a la que se enfrenta la persona deprimida.