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Nunca pares. Nunca dejes de luchar. Nunca dejes de soñar. Y no tengas miedo de llevar tu corazón en la manga, de declarar las películas que amas, las películas que quieres hacer, la vida que has tenido y las vidas que puedes ayudar a reflejar en el cine. En mi caso, durante mucho tiempo... quizá me sentía poco auténtico o algo así, sentía que mi voz no merecía ser escuchada, y creo que la voz de todo el mundo merece ser escuchada. Así que si tienes algo que decir, dilo a los cuatro vientos.