No tienes que conseguir un trabajo que haga que los demás se sientan cómodos con lo que perciben como tu éxito. No tienes que explicar qué piensas hacer con tu vida. No tienes que justificar tu educación demostrando sus recompensas económicas. No tienes que mantener una puntuación de crédito impecable. Cualquiera que espere que hagas alguna de esas cosas no tiene ni idea de historia de la economía, la ciencia o las artes.