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Hay muchos tipos de valentía. Está la valentía de pensar en los demás antes que en uno mismo. Ahora, tu padre nunca ha blandido una espada ni disparado una pistola, gracias a Dios. Pero ha hecho muchos sacrificios por su familia, y ha guardado muchos sueños... Los guardó en un cajón. Y a veces, a altas horas de la noche, los sacamos y los admiramos. Pero cada vez es más difícil cerrar el cajón... Él lo hace. Y por eso es valiente.