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  • El aislamiento ofrecía su propia forma de compañía: el fiable silencio de sus habitaciones, la firme tranquilidad de las tardes. La promesa de que encontraría las cosas donde las había puesto, de que no habría interrupciones ni sorpresas. La saludaba al final del día y la acompañaba por la noche.

    FaceBook post by Jhumpa Lahiri from Dec 30, 2013