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Hasta que llegaste tú, nunca supe cuánto me había estado perdiendo. Nunca supe que una caricia pudiera ser tan significativa o una expresión tan elocuente; nunca supe que un beso pudiera literalmente dejarme sin aliento.
Hasta que llegaste tú, nunca supe cuánto me había estado perdiendo. Nunca supe que una caricia pudiera ser tan significativa o una expresión tan elocuente; nunca supe que un beso pudiera literalmente dejarme sin aliento.