Entonces vi a Juli. Estaba a dos mesas de mí, mirando en mi dirección. Pero no me miraba a mí. Estaba mirando a Jon, con los ojos brillantes y riendo. El corazón me dio un vuelco. ¿De qué se reía? ¿De qué hablaban? ¿Cómo podía estar ahí sentada y estar tan... guapa? Sentí que perdía el control. Era extraño. Como si ni siquiera pudiera dirigir mi propio cuerpo. Siempre había pensado que Jon era bastante guay, pero en ese momento quería ir y tirarlo por la habitación.