-
Te dije antes, Jem, que no me dejarías. Y todavía estás conmigo. Cuando respire, pensaré en ti, porque sin ti habría muerto hace años. Cuando me despierte y cuando duerma, cuando levante las manos para defenderme o cuando me acueste para morir, tú estarás conmigo. Tú dices que nacemos y volvemos a nacer. Yo digo que hay un río que divide a los muertos de los vivos. Lo que sí sé es que si nacemos de nuevo, me reuniré contigo en otra vida, y si hay un río, esperarás en las orillas a que yo llegue hasta ti, para que podamos cruzar juntos.