-
Cómo el tiempo nos azota con agudos dolores,
nos suelta los dientes, nos arranca mechones de pelo, nos oscurece los ojos...
Y finalmente doblamos nuestras espaldas hacia la tierra
Para encontrar el lugar más adecuado para el entierro.
Cómo el tiempo nos azota con agudos dolores,
nos suelta los dientes, nos arranca mechones de pelo, nos oscurece los ojos...
Y finalmente doblamos nuestras espaldas hacia la tierra
Para encontrar el lugar más adecuado para el entierro.