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En Navidad solemos centrar nuestra atención en la infancia de Cristo.
La gran verdad de estas fiestas es su deidad.
Más asombrosa que un bebé en un pesebre es la verdad de que este bebé prometido
es el Creador omnipotente de los cielos y la tierra.
En Navidad solemos centrar nuestra atención en la infancia de Cristo.
La gran verdad de estas fiestas es su deidad.
Más asombrosa que un bebé en un pesebre es la verdad de que este bebé prometido
es el Creador omnipotente de los cielos y la tierra.