-
Y cuando en una fecha futura el alto tribunal de la historia se siente a juzgarnos a cada uno de nosotros, registrando si en nuestro breve período de servicio cumplimos con nuestras responsabilidades para con el Estado, nuestro éxito o fracaso, en cualquier cargo que ocupemos, se medirá por las respuestas a cuatro preguntas: Primero, ¿fuimos verdaderamente hombres de coraje... En segundo lugar, ¿hemos sido verdaderamente hombres de juicio? En tercer lugar, ¿hemos sido hombres íntegros? Por último, ¿hemos sido hombres de dedicación?