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Es natural en el hombre entregarse a la ilusión de la esperanza. Somos propensos a cerrar los ojos ante una verdad dolorosa, hasta que ella nos transforma en bestias.
Es natural en el hombre entregarse a la ilusión de la esperanza. Somos propensos a cerrar los ojos ante una verdad dolorosa, hasta que ella nos transforma en bestias.