Una vez que te vuelves cada vez más atento a tu funcionamiento interno, las cosas se simplifican. Entonces hay que dejar de lado algunas cosas. No hay que ser celoso si se quiere ser amoroso. Se vuelve tan claro que no hay duda al respecto; uno simplemente puede ver el punto de que si eres celoso, el amor es imposible. Los celos están destinados a crear miseria. Los celos son parte del ego, la sombra del ego, la sombra de una sombra, y el amor necesita la ausencia de ego. No pueden ir juntos, no pueden coexistir.