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El celoso vive en el infierno. Deja de comparar y desaparecen los celos, desaparece la mezquindad, desaparece la falsedad. Pero sólo puedes abandonarlos si empiezas a cultivar tus tesoros interiores; no hay otra manera.
El celoso vive en el infierno. Deja de comparar y desaparecen los celos, desaparece la mezquindad, desaparece la falsedad. Pero sólo puedes abandonarlos si empiezas a cultivar tus tesoros interiores; no hay otra manera.