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Con la naturaleza no se juega; siempre es verdadera, grave y severa; siempre está a la luz, y los fallos y errores recaen sobre nosotros. Desafía la incompetencia, pero revela sus secretos a los competentes, a los veraces y a los puros.
Con la naturaleza no se juega; siempre es verdadera, grave y severa; siempre está a la luz, y los fallos y errores recaen sobre nosotros. Desafía la incompetencia, pero revela sus secretos a los competentes, a los veraces y a los puros.