-
Nadie puede persuadir a otro para que cambie. Cada uno de nosotros guarda una puerta del cambio que sólo puede abrirse desde dentro. No podemos abrir la puerta de otro, ni por acuerdo ni por apelación emocional.
Nadie puede persuadir a otro para que cambie. Cada uno de nosotros guarda una puerta del cambio que sólo puede abrirse desde dentro. No podemos abrir la puerta de otro, ni por acuerdo ni por apelación emocional.