Autores:
  • La paz no reside únicamente en las cartas y los pactos. Reside en los corazones y las mentes de todas las personas. Así pues, no depositemos todas nuestras esperanzas en pergaminos y papeles, esforcémonos por construir la paz, el deseo de paz, la voluntad de trabajar por la paz en los corazones y las mentes de todos nuestros pueblos. Creo que podemos hacerlo. Creo que los problemas del destino humano no están fuera del alcance de los seres humanos.

    Discurso final ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, pronunciado el 20 de septiembre de 1963, New York, NY
Citar esta página: Cita