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Fui educado, fui formado, fui presbiteriano y sabía cómo se hacen estas cosas. Sabía que en los tiempos bíblicos, si un hombre cometía un pecado, era probable que se exterminara a toda la nación circundante, con ganado y todo. Sabía que la Providencia no tenía particularidades con el resto, de modo que conseguía a alguien relacionado con el que buscaba.